La Fuerza Aérea Israelí ha
gozado, desde su nacimiento en los ´40, de un merecido prestigio de eficacia y valentía,
pero también de ingenio. Uno de los ejemplos ocurrió durante la guerra de 1956,
cuando Israel, Francia y Reino Unido atacaron al Israel del reciente “coronado”
dictador Nasser.
La campaña de los hebreos se
realizó en la Península del Sinaí, zona inhóspita y a la que los gobiernos
egipcios habían ignorado, por lo que las infraestructuras eran rudimentarias,
hasta el extremo de que las comunicaciones, incluyendo las militares se
realizaban a través de cables colgados de postes en medio del desierto.
Pese a ello, era necesario
cortar las comunicaciones enemigas antes de La acción, como el desembarco
paracaidista en el Paso de Mitla para cortar la posible retirada egipcia. Para
ello y al estar dichos postes muy dentro del territorio enemigo solo podían
eliminarse vía fuerza aérea, claro que ametrallamientos o bombardeos no servirían
al respecto. Por ello inventaron un ingenioso sistema, mediante el cual aviones
P-51 Mustang cortarían el Cableado. El escuadrón 166
el elegido, al mando del instructor Yavnet, junto a los pilotos Barak, Chaitlin
y Chasson, los dos último jefes de escuadrilla.
A las 14 horas despegan
Barak y Chaitlin pues debían a tacar en la zona más lejana. A continuación y
para realizar a la misma hora el ataque que sus compañeros lo hicieron Yavnet y
Chasson.
Pero las cosas no salieron
como se esperaba, ya que el artilugio se desprendió en dos de los aviones por
lo que la acción podía quedar abortado
Los israelíes no
estaban dispuesto la fracaso y cortaron los cables mediante la acción de us
hélices, in clusa para asegurarse, los aviones que no perdieron el sistema lo
remataron con las hélices.Tras la operación v volvieron sanos y salvos a la
base, realizando una de las misiones más curiosas de las guerras aéreas.
El desembarco en Mitla se
realizó por los paracaidistas, cortando las rutas de retirada y abastecimiento
egipcias lo que permitió al ejército hebreo ocupar el
Sinaí, marcando la victoria sobre el enemigo y no sería
la última vez.